sábado, 30 de agosto de 2014

Ojalá fueras ilusión y tenerte

Prefiero pensar que aún nos queda algo de ilusión porque a día de hoy escasea. No sé si demasiado optimismo, si mucha tontería o si debería empezar a madurar, pero a veces me obligo a pensar que Pereza volverá, que escucharé mi canción favorita de nuevo por primera vez o que te encontraré el sábado en ese bar de la esquina.
No se puede vivir de ilusiones (o eso dicen), pero me cuesta menos hacerme a la idea de que volamos (alto y preciso) en una ilusión constante y muy, muy necesaria. 
No se puede vivir de ilusiones, pero seríamos incapaces de no hacerlo. 
No se puede vivir de ilusiones, pero somos una. 
Es un poco lo que nos pasa de ni contigo ni sin ti (aunque aún tengo la esperanza de arreglar eso) y qué coño, que prefiero levantarme pensando que hoy voy a verte, a olvidarte un día y que ya no nos hagamos falta.

Prefiero ser ilusión y tenerte, que no tenerla y perderte.




He blindado mi puerta y al llegar la mañana no me di ni cuenta de que ya nunca estabas.

No hay comentarios: