domingo, 25 de septiembre de 2016

Gris.


Sangre que no se desborda
juventud que no se atreve
ni es sangre, ni es juventud,
ni relucen, ni florecen.

Cuerpos que nacen vencidos,
vencidos y grises mueren,
vienen con la edad de un siglo
y son viejos cuando vienen.

Miguel Hernández 


domingo, 29 de noviembre de 2015

Un arte de vivir


"Vivir sin hacer nada. Cuidar lo que no importa.
Tu corbata de tarde, la carta que le escribes a un amigo,
la opinión sobre un lienzo que dirás en la charla,
pero que no tendrás el torpe gusto de pretender escrita.
Beber, que es un placer efímero. Amar el sol y desear veranos,
y el invierno lentísimo que invita a la nostalgia (¿de dónde esa nostalgia?).
Salir todas las noches,
arreglarte el foulard con cariño esmerado ante el espejo,
embriagarte en belleza cuanto puedas,
perseguir y anhelar jóvenes cuerpos, llanuras prodigiosas,
todo el mundo que cabe en tanta euritmia.
Dejar de amanecida tan fantásticos lechos
y olerte las manos mientras buscas taxi,
gozando en la memoria,
porque hablan de vellos y delicias y escondidos lugares,
y perfumes sin nombre, dulces como los cuerpos.
¡Qué frío amanecer entonces, qué triste es, qué bello!
Las sábanas te acogerán después un tanto yermas,
y esperarás el sueño.
Del día que vendrá no sabes nada (no consultas oráculos).
Te quemarán hastíos y emociones, tertulias y bellezas,
las rosas de un banquete suntuario, y las viejas callejas,
donde se siente todo, en el verano, como un aroma intenso.
Vivir sin hacer nada. Cuidar lo que no importa,
y si todo va mal,
si al final todo es duro,
como Verlaine, saber ser el rey de un palacio de invierno."

 "Un arte de vivir" - Luis Antonio de Villena 


miércoles, 28 de octubre de 2015

Lo que es, no es.

Hace tiempo me dijeron que no debía poner ningún empeño en que el transcurso de cualquier acontecimiento fuera perfecto, ni tan siquiera en que fuera bueno. Que era inútil intentarlo. Que a la larga lo que mejor se nos queda grabado en la memoria son los comienzos y los finales. Que era un rollo científico-estadístico de esos. Recuerdo que me eché a reír. Cómo podía ser posible basar en un comienzo o en un final toda una trayectoria. Toda una relación. Toda una vida. Y me cabreé. Porque tenían razón. Porque todos somos un poco así. Y es de las cosas más injustas y más tontas que he escuchado en mi vida. Somos capaces de echar todo por la borda por un fallo y después podemos sostener lo imposible solo por un bonito principio, o pretendiendo un bonito final, o pretendiendo que no lo haya. 

Supongo que ahí esta el problema. Empezamos toda clase de cosas y personas de la mejor manera posible. Y nos quedamos con eso pasando del resto, de lo que va entre "planteamiento y desenlace". Y todo eso porque somos tan idiotas que creemos que no habrá final. 

Y supongo que ahí está mi problema. Que no sé lo que quiero. Pero sí que sé lo que no. 
Y cada vez tengo más claro que no quiero consejos (de mierda) cuando no los he pedido.





"Matamos lo que amamos. Lo demás
no ha estado vivo nunca.
Ninguno está tan cerca. A ningún otro hiere
un olvido, una ausencia, a veces menos.
Matamos lo que amamos. ¡Que cese esta asfixia
de respirar con un pulmón ajeno!
El aire no es bastante
para los dos. Y no basta la tierra
para los cuerpos juntos
y la ración de la esperanza es poca
y el dolor no se puede compartir.

El hombre es anima de soledades,
ciervo con una flecha en el ijar
que huye y se desangra.

Ah, pero el odio, su fijeza insomne
de pupilas de vidrio; su actitud
que es a la vez reposo y amenaza.

El ciervo va a beber y en el agua aparece
el reflejo del tigre.

El ciervo bebe el agua y la imagen. Se vuelve
-antes que lo devoren- (cómplice, fascinado)
igual a su enemigo.

Damos la vida sólo a lo que odiamos."

lunes, 23 de febrero de 2015

Cosas que jamás hubiera querido saber

¿Y si siempre he alardeado de calar a las personas, de adivinar lo que va a pasar y entonces se vuelve contra mi? ¿y si lo que más deseo esta vez es equivocarme?
Pero sé que nunca lo hago, 
y todavía opto por tirar para delante, como siempre sin frenos -y a contrarreloj-, mientras veo al fondo el muro
y no me importa reconocer que prefiero pegármela. 

¿Y si ni pensando que sí va a ser que no, ni a la inversa? ¿y si no hay por donde cogerlo pero tampoco estás dispuesto a soltarlo?

Es como cuando intuyes el final sin abrir el libro, solo leyendo el título,
o peor
cuando acabas hojeando las últimas páginas para comprobar que, una vez más, tienes razón 
y aún así, retomas la historia.

¿Y si sí, sabiendo que no, pero ojalá que sí? 
Me convenzo con eso de que los corazones y las promesas están para romperlos pese a que aún me sigue pareciendo más fuerte un "te lo prometo" que un "te quiero" 
y si eso no es suficiente como excusa me valdrá con entender que querer es una mala idea, aunque también lo es vivir. Y tampoco queda más remedio.


"Only love" - Ben Howard

martes, 23 de diciembre de 2014

A veces conviene recordar

que perdemos la cabeza en las cosas que amamos, y la encontramos ahí también.
que existe libertad encerrada en unos brazos, y prisión en una isla desierta.
que la imaginación vence (y de sobra) a la inteligencia, y a veces la estupidez también (sino explícate tú tanto tonto feliz por ahí).
que cualquiera daríamos lo que fuera porque alguien en algún lugar esté haciendo algo que cambie el mundo, pero nos conformaríamos con que esa persona cambiara el tuyo mañana.
que la vida puede llegar a ser increíble, pero mejor creérsela (cambia vida por amor, que también).
que lo que duele no son las despedidas, es lo que viene después.
que hemos dejado de ver las cosas por como son para verlas por como somos, y eso da un asco horrible.
que hay días en los que nos comeríamos el mundo de un bocado, y días en los que nos cuesta tragar saliva.
que a nadie le importaría perder una batalla por la guerra, pero a veces esa batalla se llama "orgullo" y...
que nos olvidamos de lo que queremos, pero que ni queriendo nos olvidamos de lo que realmente queremos y ese es el único "para siempre" que existe.

 En el casino de la vida
la suerte no vale nada,
el destino es el crupier
y la baraja está marcada
 
el rey perdió su reino
su corona está oxidada,
la reina de corazones
nunca ha estado enamorada
 
por eso yo en este 'sálvese quien pueda',
prefiero las verdades con espinas
que las mentiras con seda
 

el amor 
la amistad
las caricias que se enredan
cosas que no podrán comprar jamás con 30 monedas

 
 

martes, 9 de diciembre de 2014

Tú la llevas

Podrías empezar por darte cuenta 
que con media botella crees que no volverá a pasar,
que lo que vendrá se parecera algo a cómo te sientes,
que pensando que no, no va a ser sí,
que no pensándolo tampoco (y joder),
que botella y media después entiendes que una vez que la página se arrugue, la vida va a abrirse siempre por el mismo sitio,
que no es justo pero tienes que ajustarte,
que la única humedad que has sentido es no haberla tenido,
que tendrías que diferenciar entre tus hits y su banda sonora,
que lo de que el fin justifica los medios nunca ha ido contigo,
pero que si perder una batalla no implicara la guerra entera, perderías todas por ella,
que el vaso siempre está lleno aunque sea de aire,
que en absoluto hablas de ella en pasado porque siempre está presente,
que mientras te quede voz, la seguirás cantando,
que no sabes salir,
que no sabes si salir implica no poder volver a entrar,
que no lo entiendes

y que sabes que es mejor así.

Podrías empezar por entender que lo que pasó allí
como en Las Vegas allí se queda 
pero que lo que pase dentro de ti
tú la llevas