domingo, 9 de noviembre de 2014

Enemigo: yo

No sabíamos lo que vendría después, pero sé que he empezado a entenderme. 
Entendí que escuchando una canción en la radio del coche la disfruto más; que echo más de menos cuando camino sola y que me olvido de todo facilmente con un par de amigos y un cubo de cervezas. Y entendí también que todo era temporal, y que al bajarme del coche, al echar a andar, volvería a esos interválos de "vida" en los que intento no pensar en ti, sin saber que evitarte es una forma (más) de añorarte (más). Entendí que mancharme las manos no fue una buena opción, pero desde entonces sueño mejor. Entendí que "Enemigo yo" fue escrita por y para mi, pero reconozco que no sé muy bien cómo (te repito: mi arte de vivir detrás de las canciones...)
Y mira que al final entendí que no me entendieras, porque hasta ahora ni yo lo hacía,
pero también te digo que jamás te entendí
Y empieza a darme un poquito igual.


 Me convertí en enemigo de mi propia situación,
en laberinto de mi rumbo y dirección,
en lo que fuera
pero fuera de control.

Mi enemigo he sido yo.
Pero tú tampoco ayudaste.



No hay comentarios: